viernes, 11 de julio de 2008

ACENTOS

Ella busca el acento que siempre ha tenido su propia voz, y no lo encuentra: permanece suspendido al otro lado del teléfono, entretejiéndose con las voces que la rodearon toda su vida.
Y continúa prendido a su memoria durante el tiempo en que ella recrea esas conversaciones con una cadencia casi mántrica, hasta conseguir que sus pensamientos existan sólo dentro de él.

Una gestación de sonidos.

Cree que, entonces, su voz será, de nuevo, la suya.
Aún necesita tiempo para comprender que se equivoca.
Porque, para regresar a esa voz, no debe pensar con ese acento, sino pensar en reproducirlo : ya no surge con aquello que dice.
Se le ha ido desprendiendo con la misma sutileza con que comenzaron a nacerle expresiones y cadencias de este otro habla.
De pronto, es consciente de que aquella premeditación imprescindible para imitar su acento de acogida, es la misma a la que debe recurrir ahora.
Es entonces cuando se extiende la estupefacción de no poder determinar en qué instante se produjo el paso de un mundo a otro.

2 comentarios:

David dijo...

Hola, V.S.:

Muy bueno el título del blog. Volveré para leer con más detenimiento tus pedaleos musicales. Abrazos.

Vane. dijo...

Muchas gracias.
Espero que el paseo no resulte demasiado caótico.
Bienvenido.