sábado, 29 de mayo de 2010





PECOS
Pero bueno pero bueno pero buenooooooooooooo!!
Si por “fan” se entiende a alguien que conoce, por ejemplo, las canciones de un grupo musical, entonces yo fui fan ( de estos dos...)
Tenía cinco o seis años, y no fue culpa mía.
Hasta que cumplí siete, pasé casi más tiempo con mi abuela que con mis padres.
Y también,por una temporada, muchas tardes con la hija de su vecina, quien era unos diez años mayor que yo.
Verdaderamente, no puedo decir si fueron muchas.
Pero sí las suficientes para memorizar todo un LP. Lástima, no recuerdo el título, pero en la contraportada estoy por apostar que aparecía una foto de un concierto suyo tomada desde el fondo del escenario: se veía al público ( esos apelotonamientos , mozas llorando, cantando, gritando, gesticulando...), el cañón de luz, y las figuras de los dos embutidas en unos monos estilo “Fiebre del sábado noche” sobrecogedores.
Si años después ( incluso aún hoy) sonaba una canción de Los Pecos ahí estaba yo recitando la letra sin vacilar.
Supongo que hablábamos, que me contaba cosas entre vuelta y vuelta al disco; supongo también que yo le contaría cosas, pero en ningún caso mantendríamos una conversación ( que los cinco o seis años de entonces no son como los de ahora, ni de lejos; y una aún ahora es pánfila, con lo que de aquella, miedo me da recordarlo...);recuerdo el lugar que ella ocupaba en la habitación y dónde me sentaba yo.
Pero las imágenes no me llegan más que para completar una tarde, por fuerza tienen que haberse perdido muchas otras por el camino ( o será que eran tan iguales que unas pocos las engloban).
Igualmente borroso es el recuerdo del momento en que, con la colaboración de su hermano ( mayor que ella) y de sus padres (destrozados de risa), pasó de ponerme a Los Pecos a hacerme escuchar una muestra de eso que forma parte de nuestro más arraigado sustrato cultural: las cassettes de gasolinera de “ Chistes verdes y canciones picantes”.
Yo, por supuesto, tampoco tuve la culpa.
Pero pasé a ser un retaco rizoso, delgado ( tiempos aquellos) y tímido a quien los adultos, en plena sobremesa ( particularmente en el pueblo,después de un asado) le decían “cuenta un chiste”, y se sentaba en un taburete y empezaba a largar por esa boquita cosas que a ellos les hacían desternillarse de risa y a mí me dejaban cara de “ pero de qué se ríen...”.
Cuando por fin comprendí los dobles sentidos y el vocabulario, mi madre dice que
me enfadé con ella y le decía “ ¿¿pero por qué me dejabas hacerlo??” muerta de vergüenza.
Aún hoy recuerdo algún chiste.
Y tengo la sospecha de que el fin de mis tardes con la vecina está relacionado con esto...

jueves, 27 de mayo de 2010

De ketchup y adoraciones.


nterior.Tarde. Restaurante comida rápida de famosa multinacional ( la del payaso, vaya).
Mira que he visto de todo en este tipo de locales: batallas campales de hamburguesas entre mini-
monstruos de seis años; organización de trabajos escolares; cortejos adolescentes ( chicas por un lado, chicos por otro, y a pavonearse a gritos); y confidencias románticas entre parejas no sólo adolescentes que,invariablemente, acababan en besos ( y yo, invariablemente, pensaba siempre lo mismo: “ ¡qué guapo yé querése!” y “ pero por favor...¿¿a qué sabrán esos besos después del ketchup??”) .
Pero asistir a la gestación de lo que parecía un golpe de estado contra la actual directiva de determinada Adoración Nocturna, eso...eso madejao muerta.
PD: Es lo que tienen los estereotipos. Pero aún ahora recordando la escena no puedo evitar sentirme sorprendia, pensar que sigue siendo una situación “ de post”.

martes, 25 de mayo de 2010

Far.

La escuché por primera vez en el capítulo de "Urgencias" ( "E.R.") en que muere el Dr. Green.

Me hubiera gustado subir ese vídeo, pero no lo encuentro...

Y lo que encuentro en goear va a saltos.

Pero este vídeo, especialmente a partir del 2:40, refleja exactamente lo que quiero transmitir.



http://www.youtube.com/watch?v=7dArEv_9taI



Muchos besos, Far.

lunes, 24 de mayo de 2010

EN GUARDIA


Me da miedo el cajero súper amable de Mercadona.
Saluda no solo al cliente que debe atender en cada momento, sino a todos los que vienen detrás, con un entusiasmo que no puede ser real;sonríe solo con los labios mostrando una dentadura como de hiena...
Dice “¿¿Qué tal??” en lugar de “ Hola” o “Buenos días”, pregunta en cuántas bolsas quieres que te distribuya la compra ( creo que es la pregunta más surrealista que me han hecho en un súpermercado), te avisa a tiempo de evitar que se te ensucie la chaqueta con polvo que ha quedado por la cinta de la caja y parece que le haya tocado el Gordo si le pagas con el dinero justo (sobre todo si hay céntimos de por medio).
Le he visto mantener esa actitud ( y esa sonrisa) aún cuando, estando su caja abarrotada, dos compañeras le han dado, de malos modos y a voz en grito , órdenes totalmente contradictorias.
Acabo de caer en la cuenta de dónde reside este temor: esa calvicie, ese entusiasmo desaforado y esa sonrisa de hiena son iguales que las de José Luis Moreno....

lunes, 10 de mayo de 2010

Voluntad.

Al tercer donuts de chocolate, su ánimo resucitó de entre los muertos.

viernes, 7 de mayo de 2010

SEÑALES II



Durante algunas semanas permaneció tumbada, con muchas menos ramas de las que le recordaba aún pegadas y una de las raíces prendida en la tierra.
Cuando el tiempo aflojó, mi padre serró las ramas para leña con la que asar corderos, y una parte del tronco que, esperemos, habrá de convertirse en banco.



La leña está secando a buen recaudo.
El futuro banco permanece la intemperie, junto con otros fragmentos de menor tamaño.
El primero, la verdad, me parece demasiado pequeño para producir un banco.
En los segundos,veo posibles mesitas rústicas, soportes para macetero ( en incluso maceteros), portavelas y faroles, pero sospecho que la podredumbre no afecta solo a la corteza y las primeras capas de madera.



Aún no me acostumbro a que su ausencia deje correr el sol por casi toda la antojana; a abarcar con la mirada hasta el otro lado de la colina, donde cierta casa-museo eliminó también la línea de árboles que delimitaba propiedades y establecía sombras.



El vértigo premonitorio le echó un pulso a mi abuela, que cumplió 83, y se lo ganó en 24 horas( entre el 18 y el 19 de marzo de 2009).
Durante su velatorio, en el tanatorio, recibí la llamada que me llevaría, previa entrevista, al puesto de trabajo que desempeño ahora y me renace las raíces aquí.
El 27 de marzo pasado mi prima daba a luz al que hubiera sido su primer biznieto.



Cuando pensaba que acabaría corriendo la misma suerte que la leña, se trajo maquinaria con la que devolver tocón y raíces a su sitio.
La mobilette sobre la que la tumbó el vendaval aún servirá para adornar alguna jardinera en la huerta.
La hierba no ha dejado rastro del cráter a los pies del tocón.
Y este, como se ve a la derecha, está retoñando.

martes, 4 de mayo de 2010

EN UN PISPAS

No hace tanto, llegaba a casaun domingo a las nueve de la mañana, suspirando por meterme en la cama antes de que la resaca se metiera en mi estómago, y diciendo ( más bien lloriqueando):

- Yo no quería estar así... no pienso volver a beber...


Ahora, regreso con croissants recién hechos, deseando meterme en la cama para dormir como un bebé ( pero no demasiado, para aprovechar el día), y pensando ( con todo el fastidio del que soy capaz):

- ¿¿Para cuándo chapa y pintura autodesmaquillante??.



¿Qué ha pasado (y cuándo) con mi "juventú"...?.

domingo, 2 de mayo de 2010

Tiene un tick


Bolleras del mundo: si atravesáis una fase en la que los desajustes de vuestro gaydar os lleven a pensar que lo mismo carecéis de él ( “Diossss...si no lo tengo, ¿¿¿¿ a ver si va a ser que no entiendo????”), por lo que más queráis: NO vayáis a un pueblo turístico mallorquín.

Nota: no sé si lo sabréis, pero ciertas zonas de Mallorca parecen la provincia mediterránea de Alemania.
Errores del gaydar...Alemania... ¿veis por dónde voy? ¿No?. Bueno.

Primavera de 2000.
Hacía ya, por lo menos, un mes que había llegado al pueblo; lo recorría varías veces al día ( del trabajo a casa, a la playa, otra vez al trabajo...), pero mi lentitud para sentirme en un lugar nuevo apenas me permitía reparar en el entorno.
Registraba los detalles básicos para la supervivencia ( librería, súper, trattoria, banco y señales/obstáculos para no hostiarme con la bici) pero los importantes, los pequeños, quedaban fuera.
Hasta ese momento, la imagen que el nombre del pueblito generaba en mi cerebro era la de un ente
vestido con gayumbos chillones, camiseta más chillona aún, y eso que parece ser un pack indisoluble: sandalias de tiras con calcetines.

Y, un día cualquiera, te sorprendes OBSERVANDO todo cuanto sucede. Sin transición, sin detonante aparente, has pasado del ente playero a sentirte parte de ese universo.
No hay vacaciones escolares, y el pueblo está repleto de jubilados ( “ aaay qué lindo, los viejitos de la mano...”) y de...¿lesbianas?:” mira esta...y esas de ahí... y las cuatro de este lado... y TODO ese grupo de allá... estas de aquí también...pues no, estas no, que les están dando piquitos a los maridos... pero ese otro grupito... joé qué rollo bollo es este pueblo pero... ¿todas maduras?¿ todas tan masculinas?.., a ver estas.... ¡¡¡¡ PARA!!!!”.
Tantos años viendo la tele tenían que servir para algo, en un instante desfilan por tu mente todas las imágenes que has visto de atletismo/olimpismo ochentero y te das cuenta que no, que no son todas bollo : tan solo son algo así como las primas de aquellas atletas germanoorientales ( creo que aquí me sobra una “o”, o me falta un guión, o ambas cosas) cuya apariencia física corría, a ritmo de plusmarca, en dirección diametralmente opuesta a lo femenino que sus nombres deberían representar ( bueno, vale, “Ulrike” lo pone crudo, pero sigue siendo nombre de mujer).

Así que, a partir de ese momento, he ahí una mujer ( tú; o sea, yo) a un “ relativiza, nena, relativiza” pegada.
Tan a rajatabla llevas el relativizar, el desterrar clichés y todos los etcéteras similares posibles que, meses después, cuando una casi madurita atractiva y ANDRÓGINA aguanta tu rollazo de consulta en la oficina de turismo sólo para encontrar el momento de guiñarte un ojo, tú piensas “ la pobre, tiene un tick” y te quedas tan ancha.

PD: Juro que el tono de este post ( y el recuerdo de lo que cuenta) debía ser divertido.
Pero, escribiendo sobre las atletas, recordé esto

y ya no tengo ganas de reir.