Me da miedo el cajero súper amable de Mercadona.
Saluda no solo al cliente que debe atender en cada momento, sino a todos los que vienen detrás, con un entusiasmo que no puede ser real;sonríe solo con los labios mostrando una dentadura como de hiena...
Dice “¿¿Qué tal??” en lugar de “ Hola” o “Buenos días”, pregunta en cuántas bolsas quieres que te distribuya la compra ( creo que es la pregunta más surrealista que me han hecho en un súpermercado), te avisa a tiempo de evitar que se te ensucie la chaqueta con polvo que ha quedado por la cinta de la caja y parece que le haya tocado el Gordo si le pagas con el dinero justo (sobre todo si hay céntimos de por medio).
Le he visto mantener esa actitud ( y esa sonrisa) aún cuando, estando su caja abarrotada, dos compañeras le han dado, de malos modos y a voz en grito , órdenes totalmente contradictorias.
Acabo de caer en la cuenta de dónde reside este temor: esa calvicie, ese entusiasmo desaforado y esa sonrisa de hiena son iguales que las de José Luis Moreno....
2 comentarios:
Hace años compraba en un supermercado cuyas cajeras salían de un casting de mala leche, día tras día esperaba un atisbo de amabilidad, una sonrisa pero nunca lo ví , excepto un día q delante de mi, un chaval con sindrome de dawn intentaba sin exito entregarle el importe exacto, cuanto más tardaba más nervioso se ponía , temi por la reacción de ella pero para mi asombro y el del resto de "conocidos" de la cajera, le sonrió y con dulzura le fue cogiendo una a una las monedas mientras le iba explicando el importe,nadie protestó por el tiempo q se tomaba al hacerlo y desde ese día tuvo mi admiración
Besos cabrones
Pilar
Lo cierto es que la gente siempre siempre te sorprende, muchas veces para bien :).
Bs.
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