lunes, 23 de junio de 2008

III

SAN JUAN(ES)


Asadero en la playa o de sidras antes (y después) de medianoche,arrojar los deseos al fuego o quemar los malos recuerdos, ser espectador en la hoguera de una asociación vecinal o unirse a ciudadanos y visitantes en la plaza de la catedral,saltar siete olas yo sola o bailar la "Danza Prima" trenzando los propios meñiques con meñiques desconocidos,buscar el nexo entre el origen de la fiesta y la salsa que suena atronadora o seguir el estribillo de las gaitas...

Pero, siempre,una ( leve) sensación de estar cumpliendo un rito, gregario o íntimo,de afrontar una nueva cuenta del año con más luz,y la añoranza de todo cuanto la palabra "VERANO" evocaba en la infancia.

VARIACIONES SOBRE "PRONTO"

-Así que, ¿estás de descanso hoy?
-Sí, en realidad libro cuatro días, acabo semana y empiezo la otra librando.
- ¿Y no vas a hacer ninguna excursión?
-A lo mejor, quiero volver a una isla pequeña que hay aquí, pero el martes tengo que hacer papeleo, igual voy solo dos días.
-¿Tú sola? ¿ No tienes amigos?.
-Siíííííí no pasa nada. Los amigos son todos del trabajo, y no tenemos los mismos días de descanso, casi nunca.
-¿Tienes novio ya?
(Traga saliva y piensa a toda velocidad: esta es nueva…)
-No… - pensando en su última amante, en todas las anteriores y en su única ex novia.
-¿A qué esperas? ya tienes… ¿cuántos años tienes ya?
-Treinta y tres, casi recién hechos.
-¡Ay madre y, ¿a qué esperas?!
-Que todavía soy joven…además, ¿no ves que no voy a estar mucho más tiempo aquí? ¿Para qué quiero líos?...
-Tienes razón- no muy convencida- pero…
-Además, aquí somos todos de ida y vuelta, ninguno somos de fiar, jeje…
-Es verdad, estás más tranquila así- ríe-. Tú no te preocupes, el que tenga que ser para ti, ya aparecerá.
-Sí, sí…
(“ Hay que ver con qué facilidad paso de ser casi una solterona a la nieta inocente, casta, pura e indefensa..”).
-Mira, que si preparo ya la mochila me da tiempo a coger el último barco para esa isla que te dije, te dejo ya…besos…

(Encadena varios suspiros de alivio).

sábado, 21 de junio de 2008

EL RITMO DEL MUNDO


"¿Nunca te has fijado en cómo se balancea un farol mecido por el viento y no te has parado ha pensar en el ritmo del mundo?"..

"Campo abierto"
("El laberinto mágico").
Max Aub.

PRONTO

-Bueno, un beso. Te paso con tu abuela.
-Vale- sabiendo de antemano cómo será la conversación. Sonríe.
-¿Qué tal?
-Bien, ¿ y tú?.
-No tan bien, estoy vieja y me duele todo -ríe. De un tiempo a esta parte, siempre ríe-.
-Anda, anda. ( Ríe). ¿ No vas a la playa? -sabe que llueve a cántaros, pero le divierten las reacciones de ella-.
-Ahora mismo, en cuanto quitemos la calefacción… ¿Estás trabajando?.
-No, hoy tengo libre y…
-Estupendo, ¿estás contenta ahí?
-Sí, bastante-
- ¿Cuándo vienes de vacaciones?
-Este año me quedan pocos días, no creo que vaya pero…
- ¡ Pero si hace casi un año que viniste! ¿Cómo…?
-Estuve unos días ahí en abril, ¿ no te acuerdas? .Si hasta me dijiste que había engordado demasiado.
-Sí, es verdad. ¿Adelgazaste algo? Come bien y ponte a caminar que…
-Vale, vale, estoy en ello.
-¿Cuándo vuelves?
-Pronto.
-¿Por qué no buscas trabajo por aquí? Qe tu madre y tu tía te lleven los papeles- el currículo- y ya está, que estás muy lejos tú sola…
-Sí, en unos meses me voy a poner con eso…-no quiere decirle que su intención es regresar, pero para intentarlo en otra ciudad, mucho más grande, y a doce horas de viaje en autobús.
- Así que, ¿estás contenta ahí?
-Sí- no miente: simplemente, no tiene fuerzas para escucharse decir lo que sabe que quieren oir.
(Silencio).
-¿Cuándo vuelves?.

viernes, 13 de junio de 2008

jueves, 12 de junio de 2008

EQUILIBRIOS

Porque me busco en las vidas que vivo, y solo encuentro fragmentos que apenas puedo ensamblar.


Porque saber a dónde dirigirme no hace del camino el correcto, ni conocer el origen determina el lugar al que quiero regresar.


Porque vivo en presente continuo, pero solo puedo reconocerme en condicional.


Porque salgo al mundo para empezarme de cero, y ningún regreso me permite dejarme atrás.


Porque siento el pánico de intuir antes de tiempo el lugar al que pertenezco, y el terror a dejarlo escapar.





lunes, 9 de junio de 2008

domingo, 8 de junio de 2008

ATERRIZAJE AL BORDE DEL MAR.


Están siempre ahí.
Cambian los nombres, el idioma, el color de sus ropas, y hasta puede que el número de tiras que tienen sus sandalias.
A veces es uno solo, otras casi no tienen sitio, pero todos están ahí: malgastando una mañana de las siete ( o catorce ) que pasarán en la isla. Casi todos extranjeros, casi todos harán, como mucho, una excursión, y casi todos se pasarán el resto de la semana en la piscina de su hotel, exprimiendo a tope el Todo Incluido: su mayor interés por conocer algo(de esta isla y de cualquier otra parte del mundo a la que puedan llevarles las súper ofertas de los súper tour operadores) reducido a dónde encontrar comida y bebida local baratas, a ser posible en el mismo bar en el que consumen platos de su país…
Están hartos de recorrer a pie la avenida de este pueblo, largo y tan
desoladoramente bullicioso como turístico. No lo bastante hartos, sin embargo, como para gastarse treinta euros en el alquiler de un coche que les lleve a pasar el día en una de esas calas de arena blanca y fina, sin chiringuito ni hamacas.

Así que vienen a esta parte del paseo ( un continuo de catorce kilómetros peatonales que, limitando con el aeropuerto y el mar, une el pueblo con la capital) a sentir el cosquilleo de los aviones tomando tierra por encima de sus cabezas, en una isla a la que, el día en que a un piloto se le quede cortita la pista de aterrizaje, los fragmentos de aeronave se le vendrán a caer al mar, a la zona industrial o al único tramo de autovía con que cuenta.

Confieso que las primeras veces, especialmente si le das la espalda al avión, toda la piel se pone en pie de guerra al sentirlo pasar tan cerca que puedes verle las cicatrices del tren de aterrizaje en la panza.
La frecuencia nos termina la emoción a quienes vivimos aquí, pero nos compensa revelándonos los lugares del paseo desde donde la perspectiva crea efectos ópticos sobrecogedores : sólo “viendo” que al avión le faltan metros para evitar la tragedia se descubre el cambio de rasante entre el aeropuerto y el pueblo.

Ahora, en caso de elegir, prefiero que me sorprenda la luz de un avión rompiendo el cielo en plena noche, y seguirla con la mirada mientras tomo un café con hielo escuchando música en un café sobre el mar.


sábado, 7 de junio de 2008

CONTENEDOR DE DESPEDIDAS



El tiempo que me queda por vivir en esta isla cabe en el archivador de reservas .
Poco más de 120 separadores de cartón, en absoluto flexibles ni amoldables al volumen de las experiencias que los quieran abarrotar.
Un contenedor metálico y gris, perenne y ajeno a toda incorporación o baja en la plantilla, siempre y cuando quede alguien que le nutra con los faxes de las agencias.

Son cuatro contenedores en uno, que almacenan los datos de todo el año, de cada año. Los botones se ocupan de imprimir cartelitos con los nombres de los meses, y los van rotando de uno a otro, siempre el mes en curso en el cajón superior.
Durante las ocho horas de un turno ( una media de cinco días a la semana), a lo largo de los cuatro últimos años, clasificar documentos en ese archivador se ha convertido en un acto mecánico que pasa casi inadvertido.
Pero basta un instante para que esos letreros pasen a marcar, como relojes con jornadas de cuatro semanas, el tiempo que te queda para hacer todo aquello que no has querido organizar durante casi cinco años.
Ya nada es lo mismo desde ese instante: habrá muchos otros durante los cuales el tiempo te engullirá en bucles para que, simultáneamente, experimentes la pena por dejar atrás el mundo que te has construido y el vértigo de sospechar que, quizá, separarte de esa gene que forma tu mundo no te duela tanto como necesitas creer.