martes, 11 de enero de 2011

Amor express.

El riesgo de esperar a que admitieras tu camino y quisieras recorrerlo conmigo, las lágrimas de alegría la primera vez que me cogiste la mano, los fines de semana sin salir de la cama resarciéndonos del mal sexo incial, el amor en tu mirada, las horas rehabilitando la casa y manteniendo la huerta, lo que me costó convencerte para que me dejaras escoger el nombre del niño ( Aridane ), el desgarro de los tres meses separadas temiendo que fueras a dejarme, la furgo acondicionada que machacamos en dos años y medio...

Habrá a quien esto le parezca poco.

Pero es cuanto me ha dado tiempo a pensar entre el instante en que te vi, al otro lado de la calle, y el momento en que nos cruzamos sin mirarnos.

Y no sé si lo hiciste pero, si te hubieras vuelto, yo ya estaría imaginando recuerdos de una vida con otra mujer ( la número ocho en lo que va de mañana ).


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