viernes, 16 de septiembre de 2011

Tormenta.

He pasado semanas dominada por la inercia, he recuperado sensaciones, olores y ternuras intentando no convertirlas en recuerdos prematuramente, he tenido una pesadilla con tortugas mutantes surgidas de cáscaras de nuez...

Y en medio del " lo sabía" por las cosas que he planeado hacer y no he hecho, deseé que con la tormenta lloviera a cántaros y me sacudiera el calor y la desidia.
Y las cuatro gotas mal caídas dejaron la certeza de que el tiempo está cambiando, y el bochorno pegajoso en la piel y el nacimiento del pelo.

Sin embargo, de pronto, la luz tan clara de los rayos justo encima me recordó el brillo húmedo y como de luna de tu cuerpo sobre la cama.

Ya ( casi ) estás aquí, de nuevo.

1 comentario:

Morgana dijo...

me alegra volver a leerte...

Un abrazo!