lunes, 7 de febrero de 2011

No lo sabe...

... pero hemos terminado.
En realidad, yo he terminado.
Bueno, vale: no había nada que terminar.

He comprobado que mi capacidad para convertir un " alegramiento de pestaña" en fantasía que entorpece no tiene límite, como tampoco lo tiene mi talento para escoger cada vez peor con quién fantaseo.

Así que, después de alguna que otra bronca de una amiga, y envalentonada por... la verdad que no sé por qué, di los pasos necesarios para averiguar sin tener que exponerme.
Y resulta que, sin hablar más que con su actitud, ha dejado claro que no tiene el más mínimo interés en mantener contacto conmigo fuera el trabajo.

- Ella se lo pierde - me digo a mí misma.
- Sí por los coj... ¡ me lo pierdo yo! - se dice a sí misma mi otra parte...

Pero lo llevo bien, ¿eh?.
Yo paso.
No me he fijado si quiera en que ha escogido mal el color de las medias, ni en el recogido tan favorecedor que se ha hecho, ni en la forma como vestido se le curvaba un poco por detrás, ni...

No hay comentarios: