jueves, 22 de julio de 2010

Llamadas.

Trabajo en una empresa extranjera procedente de uno de esos países considerados como el motor de Europa.
Gran parte de mi tarea consiste en atender llamadas de dos centralitas: una radicada en España ( que apenas aporta el 10% del volumen total) y la otra en el país de origen.
A través de esta última atendí hace unos días a una viejita muy amable, muy dúlce.
Hablaba ese idioma con un leve acento extraño, y antes de dejarme empezar a ayudarla lo primero que hizo fue disculparse porque era española.
Le encantó saber que yo también, sin embargo, a renglón seguido, dijo " pero tenemos que hablar en este idioma porque he olvidado muchas cosas".
Su consulta era sencilla, no requería especial concentración por mi parte así que, sin yo quererlo y con apenas un par de detalles, me la imaginé perfectamente en uno de esos trenes que permitieron al franquismo jactarse de que en España no había paro (noshajodío, lo que había era dos millones de emigrantes...).
Sin embargo, más allá de las escenas veloces y simultáneas que hayan podido surgir en mi mente mientras hablaba con ella, lo que conservo es una sensación de pena : ¿ con qué concepto de sí misma salió de aquí? ¿con qué complejos llegó a ese país?¿ qué percibió para que, después de todos los años que son necesarios para olvidar el idioma en el que naciste,sigas siendo consciente de que te saben de fuera, y que debes disculparte por ello?.
Seguramente la historia de esta mujer no tenga nada que ver con lo que me he imaginado.
Seguramente en ella me haya imaginado la historia de muchos otros.
Seguramente, este resentimiento hacia el país " de acogida" ( y que a mí también me paga la nómina) tenga mucho, pero MUCHO que ver con el diíta que me han dado dos trainers a los que he tenido que llamar...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de las cosas q me gustan de ti es q con apenas 3 datos te montas una pelicula, en efecto puede q lo q has imaginado no corresponda con la realidad pero gracias por hacerme ver a esa viejecita dulce saliendo de su pais, con sus miedos junto a dos millones más.
Besos Pili

Vane. dijo...

Dese¡Qué manera tan bonita de llamarme peliculera! jaajajaja. ;).

Muchas gracias a ti por las visitas incondicionales al blog: de hecho, estoy por pensar que tienes un programita con el que trucar el mapa de visitas y le pones puntitos pa animarme jeeje.

Mmmmmmuacks.

Morgana dijo...

...jó, olvidar tu propio idioma... ¿qué fuerte, no??..

Besos, guapa!

PB: yo también creo que Michael Jackson nació para componer Billie Jean

Marcela dijo...

qué guapo este post, me ha encantado, gracias.

Isabel Gil Jiménez dijo...

Es muy importante ponerse en el lugar del otro. Pensar qué puede sentir...
Un saludo.

Vane. dijo...

Morgana, así es: no quiero ni imaginármelo.
Chica, lo de " en el principio fue el verbo", qué gran verdad, que somos palabra, y cómo marca...

Marcela, muchas gracias a ti,y encantada de que te haya gustado.
Un beso ( a pesar de la "envidia" por el residencial jejee).

Isabel, todo iría mucho mejor si, además de ponernos en el lugar del otro, actuáramos en consecuencia.
Bienvenida y gracias por pasarte.