viernes, 30 de julio de 2010

No te queda nada...

Ayer en el aeropuerto me entretuve observando a un crío como de quince años.
Llamó mi atención porque estaba riñendo a su hermanita, quien debía ser unos diez años más pequeña e insistía en soltarse de su mano.
Después de "imponerse" un poquito, comenzó a explicarle con paciencia, pero sin perder la pose de hermano mayor, las órdenes que el papá les había dado.
En seguida ella alzó los brazos y dio saltitos para que él se sentara y la pusiera en su regazo.
El crío seguía hablando, pero muy pronto se redujo todo a una sesión de mimos, abrazos y besos que todos a su alrededor seguimos con sonrisa de gilipoyas y cayéndosenos la baba ( a mí, en cierto momento, se me caía más que nada por ver cómo babeaba una de las espectadoras...).

Y así, con el ambiente saturado de rollo conmovedor ante la naturalidad con que un adolescente expresaba su ternura, y reconfortados al ver cómo su implicación en "educarla" daba frutos, les vimos ponerse de nuevo en pie.

La nena no tardó ni diez segundos en retomar sus intentos por soltarse.
Y yo no pude más que mirar al chico y pensar compasiva: "No te queda nada...".

Cuando dicen que las mujeres maduramos antes que los hombres, ¿ se estarán refiriendo a esto?.

3 comentarios:

farala dijo...

y yo, que estoy pelín paranoica pienso ¿¿sería suya?? ¿¿no será que la niña no se quería ir con el porque no le conocía de nada?? ¿y si era un pederasta embaucador???
ay ¡cuánto mal hacen las noticias!

Anónimo dijo...

No hablaría de madurez en este tierno ejemplo q pones, más bien diría q ya desde nuestra más tierna infancia nos "camelamos" al sexo contrario para conseguir lo q queremos jejejeje
Besos Pili

Vane. dijo...

Far: lavirgen, cómo estamos...
Pili: ¿solo al sexo contrario?jajjaaja.