jueves, 1 de julio de 2010

Por fin...

...se acabó la sensación de aplazar la vida, de vivir no a caballo sino inmóvil en el escalón desde el que montar mejor, la rabia por no ser capaz de saborear el día, sin mirar más allá, el "para qué empezar esto si me voy a ir" aún cuando no tenía fecha fija...


Me traje de la isla mágica unos planes que 2009 ha cambiado con una inercia a la que ni por un momento me he planteado resistirme, con una rotundidad perfecta que, por ahora, no me parece acomodaticia.


Mantengo un equilibirio razonablemente sano entre el dejarse fluir con la vida y la certeza de que tiene más mérito conseguirse activamente las condiciones de vida.

Digo con la boca llena que he encontrado mi sitio aquí, en una tierra ( la mía) en la que nunca me sentí fuera de lugar,sabiendo que quizá en un par de años, cuando este rollo new age de fluir ( y el no encontrar solución a mi vida sentimental, pa qué negarlo) sí pueda sentir que debe haber algo más, algo mejor en otro sitio (para otro post que me pille más fajadora queda dilucidar si el no encontrarla es cosa externa o energía equivocada que proyecto).


Pero, en medio de estas nuevas dualidades, se asienta cada vez más firme la aceptación de que durante seis años viví dos vidas, una diaria en la isla mágica y otra aquí en vacaciones, y hasta una tercera : la de los vuelos que me llevaban de una a otra sin necesidad aparente de transición, reflexión o asimilación.

Cada una va ocupando todo el lugar que le corresponde y merece,con la misma naturalidad con la que sentía " vuelvo a casa" al besar a mi madre o al nombrar sin vacilar los pueblos que divisaba desde el avión al aterrizar en unos colores tan espectaculares y distintos a los míos.


El yo que saltaba de una a otra ya no se siente compelido a escoger, a contentar,a explicar que lo mejor de una no elimina de un plumazo todo lo anterior.

Ahora mira hacia atrás, relativiza, sonríe con ternura y cierta benevolencia, y se permite una nostalgia maravillosa: algo de mí ( que decía Camilo el Grande -Sesto, no Cela-) existe con y en el acento y los colores de la isla mágica,allí se queda aunque sus frutos vengan conmigo.




2 comentarios:

Izel dijo...

¿Dos años? Vale, tengo tiempo... jeje Ya sabes no te pudes mover hasta que no vaya a verte...

¿Energía negativa? No, nena, lo que tu proyectas es energía para el triunfo... como el Cola-Cao jajaja

Un besazo

Vane. dijo...

Jajaja lo de " dos años" no es literarl, ¿eh?, es más bien que todo es posible, pero no algo que tenga en mente.
Mantengo lo que te dije por mail de que os pegueis saltito cuando queráis, sin cita previa jijijj.
Tú sí que proyectas energía de la buena buenísima.
Mmmmmmmmmuacks.